Sólo la libertad los hará libres.

SÓLO LA LIBERTAD LOS HARÁ LIBRES.

miércoles, 20 de junio de 2012

TOGETHER we stand,DIVIDED we fall.

jueves, 7 de junio de 2012

El Rey León.



Simba es un cachorro de león y sucesor al trono, algo que no le gusta a su tío Scar y por lo que prepara un plan para ocupar el trono. Con la ayuda de tres malvadas y tontas hienas, Scar urde una treta en la que su hermano y rey Mufasa muere y que provoca que Simba crea que ha sido por su culpa y decida huir a la selva, después de que las tres hienas quisieran matarlo también. Allí conoce a un suricato llamado Timón y a un facóquero llamado Pumba, que le adoptaran y, además de entablar amistad, le enseñan la filosofía de vivir sin preocupaciones: el Hakuna Matata. Mientras tanto, su tío Scar, en el funeral de Mufasa y su hijo Simba, toma el trono y anuncia el nacimiento de una nueva era.

martes, 5 de junio de 2012

Es contigo mi vida, con quien puedo sentir que merece la pena vivir.

domingo, 3 de junio de 2012

ser paciente-

Nosotros no somos dueños de nuestras sensibilidades, de nuestras atracciones ni de nuestras repulsiones, que vienen de esas profundidades de nuestro ser que podemos más o menos controlar. Lo máximo que podemos hacer es esforzarnos por no seguir estas inclinaciones que son barreras en el interior de la comunidad. Debemos esperar que venga el Espíritu Santo a perdonar, purificar y podar las ramas un poco retorcidas de nuestro ser. 
Nuestra sensibilidad está constituida por mil miedos y egoísmos desde nuestra infancia, y también por los gestos de amor y por el don de Dios. Es una mezcla de tinieblas y de luz. Y esta sensibilidad no puede ser rectificada en un día. Esta rectificación requiere mil purificaciones y perdones, esfuerzos de cada día, y sobre todo el don del Espíritu Santo que nos renueve desde el interior.
Transformar poco a poco nuestra sensibilidad para poder comenzar a amar realmente al enemigo, es un trabajo a largo plazo. Debemos ser pacientes con nuestras sensibilidades y nuestros miedos, misericordiosos con nosotros mismos. Para dar el paso hacia la aceptación y el amor al otro, a todos los demás, es necesario comenzar simplemente por reconocer nuestros bloqueos, nuestros celos, nuestro modo de compararnos, nuestros prejuicios y nuestros odios más o menos conscientes; reconocer que somos pobres tipos, que somos lo que somos. Y pedir perdón a nuestro Padre. Y luego es conveniente hablar de esto con un sacerdote o un hombre de Dios, que podrá hacernos comprender lo que nos está pasando, confirmarnos en nuestros esfuerzos de rectificación y ayudarnos a descubrir el perdón de Dios.
Al mismo tiempo, debo tratar lealmente de ver las cualidades del "enemigo". ¡Algunas tendrá, a pesar de todo! Pero ya que yo tengo miedo de él, quizás él tiene miedo de mí. Si yo estoy bloqueado, él también puede estarlo. Para dos personas que se tienen miedo, es difícil descubrir sus mutuas cualidades. Necesitamos un mediador, un reconciliador, un artesano de la paz, una persona en quien yo tenga confianza y que, estoy seguro, se entiende bien con el enemigo. Si yo confieso a esta persona mis dificultades, quizás ella podrá ayudarme a descubrir las cualidades del "enemigo", o por lo menos a comprender mis actitudes y mis bloqueos. Y luego, habiendo visto sus cualidades, podré un día utilizar mi lengua para hablar bien de él. Es un largo camino que llegará en un momento dado al gesto final, en que le pediré al antiguo enemigo un consejo o un favor. Llega mucho más que a uno le pidan ayuda o un favor que el hecho de que nos quieran hacer un favor o nos quieran hacer bien. 
Y durante todo ese tiempo, el Espíritu Santo puede ayudarnos a orar por el "enemigo", para que también él crezca como Dios quiere, a fin de que un día pueda realizarse el gesto de la reconciliación.
El Espíritu Santo vendrá un día a liberarme de este bloqueo de antipatía o quizás me dejará caminar con ese aguijón en mi carne que me humilla y me obliga a realizar nuevos esfuerzos cada día.
No se trata de inquietarse por los malos sentimientos, y menos todavía de sentirse culpable. Se trata de pedir perdón a Dios como niños pequeños y continuar caminando. Si el camino es largo, no hay que desanimarse.
La paciencia, igual que el perdón, están en el corazón de la comunidad: paciencia con nosotros mismos y las leyes de nuestro propio crecimiento, y paciencia con los demás. La esperanza comunitaria está fundada en la aceptación y el amor de la realidad de nuestro ser y la de los demás, y en la paciencia y la confianza necesarias para el crecimiento.


"Poniendo en común nº18, Vivir la Comunidad". Autor: Jean Vanier.

Una pista para llegar al cielo...
El amor es paciente, es servicial; el amor no es envidioso, no hace alarde, no se envanece, no procede con bajeza, no busca su propio interés, no se irrita, no tiene en cuenta el mal recibido, no se alegra de la injusticia, sino que se regocija con la verdad. El amor todo lo disculpa, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta". 
1- Corintios 13.


...¡No seas papa frita!

viernes, 1 de junio de 2012

Una sonrisa en mi rostro no significa la ausencia de problemas, sino la habilidad de ser feliz por encima de ellos.