El Señor es mi luz y mi salvación,
amparo de mi vida es el Señor.
A quien pudo temer,
de quién puedo temblar.
Mi corazón confía en el Señor.
Una cosa al Señor solo le pido,
la cosa que yo busco es habitar
en la casa del Señor,
mientras dure mi vida,
y gozar de su dulzura y contemplar
su rostro.
En el secreto de su tienda me guardará,
sobre mis enemigos me levantará.
Ten ánimo alma mía, confía en el señor,
espera en Él que es mi defensor...